Nuestra primera regata (Agosto 2009)

Cuando se tiene un barco de vela, no participar alguna vez en una regata está prohibido, da lo mismo que seas el más lento y que tengas que salir el día anterior para llegar al mismo tiempo. Lo importante es que es tu barco participe y sea una fiesta para la tripulación y que no falte la cerveza para controlar la velocidad y los nervios de novato.


Nos embarcamos Juan, Romaní y un servidor a la caña. Que sepáis, que para ser la primera solo hice 1.200 bordos más que el que ganó, todo un éxito, nunca llegábamos a la boya de barlovento, parecía que se movía. No quedamos mal en la clasificación general de la regata memorial Pepe Frasquet de Oliva, solo últimos, pero aún así y todo nos dieron hasta un premio (un parchis por si lo hacíamos mejor en juegos de mesa). A partir de esa regata ya conocían todos al Chitra, y sobre todo el comité que de vez en cuando se acercaban a por “liquido elemento”.
En definitiva lo pasamos muy bien, una gran experiencia y una satisfacción para Chitra.
Nota:  llegamos a la paella ya fría.


Por fin en el Náutico de Oliva (Mayo 2009 )

La verdad es que todavía no sabíamos que nos quedaríamos en Oliva, hacíamos las travesía hasta allí solo para hacer la varada anual y la reparación integral del Chitra.
Un domingo temprano nos dispusimos a zarpar de Valencia, nos acompañaron Ángel (buen amigo de mi socio) y Vicente Romaní. La intendencia, como siempre, no faltó por parte de Juan, un experto en la materia, y en las ocho horas que tardamos nos dio tiempo a no dejar nada de nada.
Llegamos sobre las cinco de la tarde, lloviendo, y casi todo el recorrido a motor… había una baja y se acabó el viento.



En unos diez días de varada le dimos un cambio radical al barco, lo lijamos, pintamos de azul y reparamos esos agujeros de grifos de fondos y desagües que tanto odiamos en los barcos. También cambiamos dos portillos de proa. Podemos decir Juan y yo que trabajamos mucho, ya que la preparación para pintarlo es lo más costoso en tiempo.
Otra cosa: soy un experto en pintar a pistola un barco en media hora….. Juan ya sabe por qué lo digo, ¿verdad?


Paseo por la dársena de Valencia (Abril 2009)

Un fin de semana decidí pasarlo junto con mis hijos en el barco. Cogimos nuestros sacos de dormir y compré algunas cosas de comer. Fue una noche con buena temperatura y sobre todo tranquila para mi por que mis hijos ya no sabían qué hacer para tratar de divertirse, lástima que de momento no tengan esa afición por los barcos, vamos, que pasan. El único místico era yo. Como dice un amigo mío, me lo pase “pato”.
Al día siguiente, salimos a navegar pero antes de dejar definitivamente la Marina Juan Carlos I quería pasear por el interior de la dársena y contemplar las bases de la Copa del América desde otra perspectiva, ¡con mi propio barco!


Marina Juan Carlos I (Agosto 2008)

Gracias a Pepe Vives, que nos buscó amarre en la marina, por fin podríamos salir a navegar sin tener que estar camuflados y disfrutaríamos del barco.
Este periodo aproximado de unos nueve meses, hasta mayo de 2009, fue tranquilo, algún que otro temporal en noviembre donde tuve que ir a amarrar el barco con mil cabos, y aún así, se abarloaba peligrosamente. Menos mal que tuve ayuda de los barcos vecinos, gracias a todos ellos (aún estaría allí intentando amarrar).
Mi socio Juan  fue pocas veces, ya que de Gandia/Denia le pillaba lejos, no conseguimos navegar juntos durante dicho periodo, sin embargo yo sí que  pude salir con un amigo Vicente Romaní varias veces, e incluso con mis hijos mayores, Pablo y Daniel, a quienes les gusta poco navegar.
En definitiva, fue un tiempo de espera y alguna reparación mínima, como colocar el suelo de la bañera y cambiar la batería hasta que llegara el tan deseado amarre en Oliva.

Náutico de Valencia, quién sabe “ande” (Octubre 2006)

Cuando Juan y yo compramos el Chitra estábamos tan contentos que no nos dimos cuenta de lo más importante al comprar un barco : EL AMARRE.
No hay nada más osado que la ignorancia, ¿ahora que? Nos obligan a llevarnos el barco del Náutico de Oliva y tenemos 2 semanas para sacarlo “ande” sea.
De esta aventura viene el titulo de esta entrada : Quién sabe ande.
Pues bien, gracias a cierto amigo el cual no debo nombrar, nos alquilan un amarre en Valencia y me ayuda a traerme el barco desde Oliva, mejor dicho, yo le ayudo y él lo trae .Una cosa importante: si no eres socio, no puedes tener el barco en el náutico (por lo menos en esa época era así), por lo que como ya os imagináis estábamos de “tapadillo”. Mi socio ya sabe lo que es intentar ser transparente para los contramaestres que siempre te miraban y se preguntaban a sí mismos: ¿y tú de quién eres?
Este periodo duró  hasta agosto de 2008 ¡¡casi dos años sufriendo por si nos hacían irnos y sin poder disfrutar del barco!!, ya que imaginábamos que al salir por la bocana inmediatamente la cerrarían con una verja enorme.

Por lo menos aprovechamos para realizarle algunas reparaciones y mejoras al barco, como el repaso total al motor con su filtro nuevo de gas oil y cambio de todos los manguitos y demás cosas susceptibles de tener algún deterioro importante, además la radio DSC, defensas nuevas, lavado de cara del interior, limpieza de cubierta, etc.
En julio de 2008 tras realizar el proyecto por un ingeniero naval , comprar todo el material de seguridad y la varada oportuna para la patente y la hélice, nos disponemos a pasar la inspección que fue satisfactoria.
¡¡Por fin bandera española y todo legal!!
Nota: no vale reírse de la reserva marina que lleva nuestro Chitra en su panza y del “morruño” ese que al final descubrimos que era la hélice. Qué apuro cuando lo sacaron del agua………. y vimos eso……. qué cantidad de barbas.